Pedro Ferrándiz, el entrenador más laureado del baloncesto y notable del deporte español, estrena cátedra en la Universidad de Alicante. Una Universidad con 40.000 estudiantes que tiene el deporte como seña de identidad, y una cátedra que complementa las actividades que se realizan. No es tema baladí, porque hoy las nuevas generaciones contemplan con naturalidad que podamos ser campeones del mundo en fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo, hockey, fútbol sala, que tengamos un Nadal, un Alonso, un Gasol, y que las Mireia Belmonte y Carolina Marín se conviertan en pilares olímpicos, porque las mujeres han llegado a superar en éxito a los hombres. Esto, hace unos años, era impensable.

Eran los tiempos de Ferrandiz, adelantado de su tiempo. Fútbol, boxeo y ciclismo formaban la trilogía en la que se sustentaba nuestro deporte, y de pronto irrumpió el Madrid de baloncesto de Ferrándiz para poner Europa a sus pies. Fue una dilatada carrera en la que le acabaron saliendo los títulos por las orejas, según sus palabras. Cincuenta años después se sigue haciendo justicia con este hombre, alicantino de oro, que transformó el baloncesto y lo puso en el mapa con su entusiasmo y osadía, pues se atrevió a introducir sistemas que lo revolucionaron. La cátedra hace justicia a su labor, y tenemos el honor de que sea el periodismo deportivo quien protagonice la primera cátedra.