Argentina y el recuerdo de las finales perdidas

Grupo A: El más equilibrado de los cuatro. Ni me atrevo a mencionar un candidato. El grupo que integran Estados Unidos, Colombia, Costa Rica y Paraguay es, sin duda, el más difícil de todos los de la Copa América. Dificilísimo de pronosticar. Ni me atrevo a mencionar un candidato. Si tuviera que pagar una entrada, lo haría en algún partido de este grupo.

Estados Unidos tiene un excelente entrenador como Jürgen Klinsmann, uno de los responsables del cambio del fútbol alemán. Costa Rica ha hecho un gran Mundial y ha crecido muchísimo. Paraguay es un equipo con jugadores siempre competitivos, de esos adversarios que resultan difíciles. Y Colombia es un equipo protagonista con aspiraciones de candidato. Tiene excelentes jugadores, aunque en las grandes confrontaciones nunca llega a los lugares que parecería anunciar. Veo difícil que Estados Unidos pueda llegar a pelear por el título, pero ser el anfitrión, sin duda, será un punto a favor. No siempre lo es: cuando un equipo es candidato, puede ser muy peligrosa. Selecciones como Italia, Alemania o Brasil no pudieron ser campeonas en sus Mundiales. Pero cuando el local no es candidato, como es el caso de Estados Unidos o fue el de Chile, el asunto cambia.

Grupo B: Sin Neymar tendrá que jugar mejor como equipo. Los candidatos de este grupo están un poco más definidos: son Brasil y Ecuador. Pero cuidado que Perú va a pelear y Haití no es un equipo que juegue mal. No creo que se clasifique Haití, pero no me extrañaría que le quite puntos a uno de los que se crea que el partido es fácil. Pueden traer algún dolor de cabeza.

En cuanto a Brasil, evidentemente sin Neymar va a perder a un futbolista que podía llegar a dar respuestas individuales al mal funcionamiento del equipo. Es de esos jugadores que te puede hacer ganar un partido cuando no estás jugando bien. Sin él, Brasil va a tener que jugar mejor como equipo. Y eso es algo que hace tiempo que no ocurre. Yo diría que ya van más de diez años que Brasil no juega realmente bien.

La decisión de Neymar de priorizar los Juegos de Río es respetable. Yo creo que está muy fatigado y lo hizo para ser más feliz por un rato. Los Juegos son más distendidos, más divertidos y menos complejos. Los adversarios son diferentes, no tienen nada que ver.

Grupo C: México y Uruguay, favoritos por distintos caminos. En este grupo, México y Uruguay parecerían tener casi segura la clasificación frente a Venezuela y Jamaica. México es una selección que necesita dar un paso más. Hay una necesidad de su pueblo de estar por lo menos en una semifinal de un Campeonato del Mundo o de volver a estar en una final de Copa América. Porque realmente juegan bien y han presentado selecciones altamente competitivas en el pasado, pero no han encontrado por ahí el pedacito de suerte que a veces se necesita. Tampoco tuvieron una continuidad de trabajo debido a los muchos cambios de entrenadores. Pero yo creo que van a jugar con muchas ganas esta Copa y además van a ser igual o más locales que Estados Unidos.

Uruguay, a diferencia de México, es un equipo que hace muchos años que tiene el mismo entrenador, Óscar Tabárez, con una carrera terriblemente respetable. Le faltará Luis Suárez en el arranque del torneo, pero tiene cómo suplirlo con Cavani y otros jugadores que seguramente podrán defender el prestigio uruguayo. Si se pudiese elegir, a nadie le gustaría jugar contra Uruguay.

Grupo D: Argentina y Chile, un paso por delante. Argentina y Chile deberían pasar frente a Bolivia y Panamá, aunque es fútbol y todo puede pasar. Bolivia en esta ocasión es más segunda línea de lo habitual, ya ha sufrido una fuerte desorganización últimamente, lo que hace pensar que Argentina y Chile podrán pasar.

Las últimas finales perdidas en el Mundial y la Copa América están en el recuerdo de Argentina y es posible que no haya tenido suerte en esos encuentros. Pero tampoco fue mejor que sus rivales en esos partidos. En la final de la última Copa América, Argentina jugó mal contra Chile. ¿Pudo haber ganado aún así? Sí. Pero si analizamos el fútbol desde el resultado no hay diálogo posible.

Chile llega con nuevo entrenador, pero con un equipo afianzado y con futbolistas de primer nivel que están jugando en las altas competiciones internacionales. El equipo chileno impone otro respeto. Y esto lo digo más allá del resultado, porque la presencia de la selección chilena desde hace tiempo viene siendo avasallante. La he visto arrasar a equipos importantes con una enorme personalidad.