NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El equilibrio entre las respuestas de Robert y la pena de telediario de Messi

Actualizado a

Respuestas. El FC Barcelona decidió ayer que Robert Fernández saliera en rueda de prensa para valorar la temporada como secretario técnico. La intervención del máximo responsable en la planificación del equipo era un acontecimiento que por si sólo acaparaba el interés de los medios. Tenía mucha tela que cortar el ejecutivo, que salió airoso de la prueba dando lo que no se daba en otras épocas: respuestas. Dejó claro Robert que Alves se va; que Denis Suárez vendrá; que los porteros siguen; que si Bartra marcha, será porque quiere; que a Mascherano no le facilitarán la salida; que se confía en Aleix y en Sergi Roberto como laterales y concluyó diciendo que tratará de adaptarse al presupuesto que tiene. Muchas más respuestas de las que acostumbraban a ofrecerse con otros secretarios técnicos que divagaban en el limbo.

Gestión de tiempos. El problema es que mediáticamente esta comparecencia impecable de Robert Fernández olía a contraprogramación a la de Leo Messi y su padre en la Audiència de Barcelona. Son habituales los problema de agenda en el club blaugrana, pero me da que el impacto de las novedades importantes que aportó Robert quedarán eclipsadas por la presencia de Messi en el banquillo. Esto es desvestir a un santo para vestir a otro.

Messi. Leo acudió al juzgado como cualquier ciudadano, pero todos somos conscientes que casos peores que el suyo se han visto indultados de la llamada ‘pena del telediario’. Esto es tener que hacer el paseíllo en los juzgados ante las cámaras y dejar para la posteridad su imagen sentado en el banquillo de acusados, aunque luego lo exoneren. Sobran ejemplos de personas relevantes que no han tenido que pasar por este trance.

Insultos. Messi llegó al juzgado rodeado de cámaras y dentro de la expectación que levanta una figura tan relevante como la suya. Hace meses, compareció en el juzgado de Gavà y salió ovacionado por la chiquillería que salía del colegio vecino a esa hora. Ayer, un descontrolado que pasaba por ahí le insultó y eso pasó a convertirse en noticia cuando no era más que una anécdota que descalifica más al que vocea que al que escucha. Si, dejando multa a parte, esta es la imagen del juicio, los que le llevaron al banquillo pueden ya sentirse orgullosos.