Oblak quiso caer de pie
Imposible hacer una mejor temporada e imposible estar tan frío y desangelado en el instante final. Oblak mantuvo al equipo firme en la primera parte, cuando venían mal dadas, igual que durante toda la temporada en la Liga. Por eso es el portero menos batido de nuestro campeonato. Pero él, como el resto de compañeros, llegaron con un desgaste brutal a la tanda de penaltis y ahí ya no había fuerzas para más. Parecía que el esloveno era consciente de que no iba a llegar.
Y ante esa circunstancia decidió manteniéndose en pie. Firme, orgulloso, como el resto de la afición rojiblanca. Oblak sabía que si le esquinaban los disparos en esa tanda, era imposible llegar y por eso, intuyo, optó por tapar el centro de la portería. No se dio. Habrá muchas oportunidades en su carrera. Ahora mismo es el mejor guardameta de Europa y seguro que tendrá una nueva final. De eso ya se ocuparán el Cholo y Gabi, como hicieron hace dos años en Lisboa.