Yo también creo en los amuletos
Ramón Mendoza estaba obsesionado con estas cuestiones esotéricas. El Madrid ganó cinco Ligas seguidas con la Quinta del Buitre y siempre repetía ritual: mismo traje y corbata en los partidos en los que se jugaba el título. Hasta repetía el restaurante y el menú elegido. El fútbol, como los toros, se aferra a unas manías basadas en esas supersticiones que carecen de base científica, pero sí emocional. Y algo debe haber de cierto. Todos tenemos ejemplos que confirman que hay cosas que atraen a la Diosa Fortuna y situaciones que gafan. De la redacción de AS podría darles ejemplos para troncharse de risa...
Recuerdo la camiseta del Madrid con la que viajé a Lisboa. La de las bandas doradas del año de la Liga de los Récords con Mourinho y Cristiano al frente. Repetiré liturgia en Milán. Si con esa camiseta talismán puesta vi a Ramos meter un gol salvador en el minuto 93, no encuentro motivo alguno para cambiar en San Siro esa escenografía de indumentaria. Por eso entiendo a los cuatro amigos de Turégano que desde ayer se han chupado casi 1.600 kilómetros de carretera en su moderna caravana para disfrutar de la fórmula fútbol-road-paisaje-fiesta. Me dan envidia sana. Sinceramente. Ir a la aventura con colegas con el fin de divertirse y ver a tu equipo ganar. LA FELICIDAD.