Dinero hubo, hay y habrá. Pero...
En España tenemos sesenta deportes entre olímpicos, no olímpicos y de nueva incorporación, como es el baile. No más de media docena, donde se encontrarían fútbol, baloncesto, tenis y golf, viven con cierto desahogo; apenas una docena, entre los que estarían atletismo, natación, ciclismo y balonmano, lo hacen al día; el resto sobrevive. Dentro de cada deporte habría incluso que diferenciar. No es lo mismo a nivel de ingresos el ciclismo que la Vuelta a España, como tampoco lo es bádminton y Carolina Marín. ¿Quién o qué marcan las diferencias? El patrocinio. El dinero va allí donde encuentra retorno. Ya sea a través de la audiencia, de unos valores, de iconos que son los campeones o de una apuesta por el futuro.
Lo que se acaba es el vivir de las subvenciones. AS reunió a cuatro personas con amplia experiencia para debatir el tema: Javier Gómez-Navarro, quien diseñó el plan ADO del cual se sustenta aún el deporte español; Javier Guillén, cuya Vuelta es posible a través del patrocinio; José Hidalgo, presidente de la Asociación que engloba a todas las Federaciones; Antonio Lacasa, director de una agencia de marketing. Dinero hubo, hay y habrá para invertir en el deporte. La cuestión es que ya no va a venir del cielo. Ni siquiera para el ADO. Esto obliga a cambiar modelos, estructuras y objetivos. Quienes no acierten, caerán. Así de cruel. Como cruel fue el ADO para los Juegos del 92. No nos fue tan mal. Ahora se trata de volver a crecer con nuevas exigencias.