Iniesta y la columna vertebral
Iniesta bordó el fútbol. Lo hizo bien y bonito. Todo. Maravilloso. Es mala noticia que ya tenga 32 años. Debería estar prohibido que cumpliese años. Deberían ser eternos en los campos de juego. Lo que le pasó, lo ejecutó. Se llevó incluso la admiración de la afición sevillista que ahora querrá que con la Selección en Francia repita la exhibición. Iniesta es oro. Puro. Y sí, se merece que le den un balón de esos que se entregan en enero y que incomprensiblemente no lo puede tener expuesto en su museo particular.
Andrés sigue ahí, dándolo todo. Pero es curioso como hay gente aún que cuestione el modelo del Barça. Posiblemente con Luis Enrique se haya perdido la vistosidad, pero el equipo ha adquirido otras opciones de juego que le acostumbran a llevar al triunfo. Y sabe sufrir, como ayer. Pero a lo que íbamos. ¿Cómo criticar algo que funciona con casi la misma columna vertebral? Piqué, Busquets, Iniesta y Messi comenzaron el ciclo con Pep. Y que sea por mucho tiempo. Ahora viene tiempo de remodelación. El doblete no debe nublar la vista a nadie. Vienen semanas de trabajo intenso, de dar noticias que no gusten, pero el Barça tiene a que evolucionar y eso se llama cambiar piezas. Los básicos no, claro, pero sí los que se han ganar el puesto. Ese es el triunfo de este verano. ¿La actuación de Del Cerro Grande? Eso en otra ventanilla. Le toca analizar a Urizar, que él sabe de árbitros. Señoras, señores, feliz verano a todos.