El que se lleva siempre a la chica...

Se suele decir que la estabilidad garantiza éxito. Que hay que construir una filosofía para que lleguen las victorias. Que las estrellas no deben pesar más que el club. Que los conjuntos triunfadores deben tener un excelente rendimiento defensivo para poder llegar a las finales y que el último pasito, para ganar títulos, lo da sus ataques. Que la experiencia en el banquillo es crucial cuando llega la hora H del día D. Que planear es la mejor manera de maximizar a una plantilla. Y seguro que todo eso cuenta, pero no sirve para explicar la temporada del Madrid que alcanza el momento de la verdad con opciones de todo. ¿Cómo es posible que este Madrid haya llegado tan lejos?

Los blancos han hecho un montón de cosas que no se deben hacer nunca y, sin embargo, ahí están. Entre los cientos de sentimientos que provoca el Madrid a sus rivales, tengo muy claro (lo he oído) que Barça y Atlético le envidian esa naturaleza ganadora que les convierte siempre en un rival complicadísimo. El Madrid es el tipo raro de la fiesta que, aunque vista desgarbado, aunque diga las bromas fuera de tono, aunque llegue tarde, siempre actúa con seguridad, confianza en sí mismo y se lleva a la chica guapa.