Victoria de la pegada y de Kiko Casilla
Se le echó más de menos a Modric que a Bale en el Madrid. La prueba se manifestó sobre todo en la segunda parte, cuando el Valencia se apoderó del centro del campo, llegando a una cota máxima de posesión del 80% sobre el minuto 65. El Madrid se apoyó en los golazos de Cristiano para sestear bastante, en exceso confiado, hasta obligar a Casilla a convertirse en el héroe del partido, interceptando disparos a bocajarro del Valencia que hubieran dado la vuelta al partido. El Madrid volvió a definir con su pegada (la de Cristiano) porque disparó menos que el Valencia, tuvo menos el balón (47% contra 53%) y en general dio la sensación de no tener atado el resultado. No fue un gran día de Lucas Vázquez, ni de James ni de Casemiro tampoco. Faltó claramente Modric. Parejo, André Gomes, Javi Fuego y compañía tocaron bien, enredaron al Madrid y tuvieron el empate en la mano. Sin embargo, Casilla fue ayer un portero de bandera.