Landa y su reto de ser figura
En el mundo del toro se habla de toreros de grandes faenas pero que nunca serán figuras del toreo. Se les reconoce así su capacidad para llegar al público, mas se les niega la inmortalidad. Mikel Landa, si fuera torero, se encontraría ahora a medio camino entre quien va para torero de grandes faenas o para figura. Landa, en plenitud física en estos momentos (26 años), ya ha escrito páginas memorables en el ciclismo: sus victorias en el etapón de Andorra de la Vuelta 2015, y las del Giro 2015 en Madonna di Campiglio y Aprica fueron fantásticas, así como el trabajo que realizó en la penúltima etapa de la Vuelta 2015 para que su jefe de filas, Fabio Aru, pudiera ganar la carrera. Hasta aquí sus grandes faenas. ¿Irá para figura?
Es de lo que se trata de ver. Ya está en un equipo grande, el Sky, quizá el mejor del pelotón. También se dispone a afrontar una vuelta grande, el Giro, como jefe de filas. Nibali, Valverde, Dumoulin, Urán, Chaves, Majka, Hesjedal y unos cuantos más son sus compañeros de cartel. Landa está ante su gran oportunidad de ir para figura. Ahora no valdrá esa faena puntual a base de pegarse un arrimón para ganar las etapas más duras ante los gallitos de la carrera. Habrá que hacer eso, y también algo más y más difícil: alcanzar la maglia rosa y defenderla. Ese es el reto. Un reto que exige talento, esfuerzo, responsabilidad, estrategia, valor y hasta un pelín de suerte. Y a partir de ahí, crecer. Así se forjan las figuras. ¿Será Landa una de ellas?