El espíritu de Pepe
Contra los elementos. Sin Cristiano y sin Benzema (su presencia en el primer tiempo del Etihad fue testimonial). Pero con Pepe, disfrazado de Fernando Hierro. Y con Casemiro, un dragón de mil cabezas que juega de Pirri, Stielike y Makelele a la vez. Y con Lucas Vázquez, un canterano que los tiene cuadrados y traga millas como si hubiese nacido en una pista de atletismo. Y con Bale, en esa versión homérica que nos está regalando desde Vallecas que debió tener premio con el penalti que le hicieron sin castigo. Cierto que el 0-0 no era el resultado soñado. Pero debe bastar. Keylor, imbatido. Sin apuros. Orden sin fisuras. Control guionizado. Equilibrio táctico que premia el trabajo de Zidane. Sensación de madurez competitiva. Lo de la Juventus dejó una herida que ya ha dejado de supurar. Relajación cero. Y ambición epidérmica en curva ascendente. Segundo tiempo de manual. Ritmo, presión adelantada, despliegues por los costados, centrales lanzados al ataque y a mí Sabino, que los arrollo. Eso fue el ‘Espíritu de Pepe’. El jefe de la tribu. 33 años le contemplan. Coraje digno de un juvenil. Sólo el cuerpo hercúleo y los reflejos de balonmano de Hart impidieron que el City vaya a doblar su oferta por el portugués este verano. Pepe vale por tres Otamendis juntos. Resulta irreemplazable...
Canterazo en el Etihad. En la fase de la verdad (second half, que dirían los ingleses), el Madrid mostraba ante los ojos de Europa a tres chavales criados en Valdebebas (Jesé, Lucas Vázquez y Carvajal), a los que hay que añadir la sangre andaluza de Ramos, el héroe de la Décima, e Isco. La Sexta se ganó hace 50 años con “once aldeanos”, como recuerda orgulloso Pachín. Eso ahora es una quimera, pero no es casual que los chavales diesen el callo ante un City mercantilizado a golpe de talonario por ese jeque generoso que cada verano parte con la pana soñando con una Champions que sólo ha visto desde el sofá de su casa. El cabezazo de Jesé al larguero y el de Casemiro (brasileño de cuna, pero también criado en los pechos del Castilla) dejaron en evidencia que el Madrid debe certificar la compra de su billete a Milán dentro de siete días. “Y si somos los mejores, bueno y qué”, se cantaba en las excursiones del cole cuando yo era crío. Y eso es lo que hay. El Madrid es superior al City. Y las estadísticas avalan su sueño. Un 0-0 debe ser suficiente para consumar el trabajo en el Bernabéu. Cabeza fría y corazón caliente, que diría Zizou. ¡Vamos!
Cristiano, tranqui. Que debió parar antes para evitar esta situación es un hecho que no discute ningún mortal con dos dedos de frente. Creo que su lesión muscular puede manejarse con sabiduría. Se puede ganar al City en la vuelta sin necesidad de arriesgarle. Sugiero banquillo para el 4 de mayo y sólo tirar de él si hace falta sacar el as de oros para ganar la partida. A Cristiano lo quiero en perfecto estado de revista en la final de Milán (28-M). Ahí, sí.
Euforia contenida. La que me transmiten Xabi, que será pronto el primer hijo de Fidel (de Torrevieja), Antonio Castaño (padre), que ya está recuperado, Gabi Teletipo y su primo (se dejaron la garganta en el Etihad), el Grupo Trastor de Azuqueca (Diego, Manolo, Antonio, Vico, Juanito, Miguel y Boris), el pequeño Alex, su hermano Sergio y su padre Roberto Calleja, los amigos de la U.D. Las Huesas de Telde (Gran Canaria) y la peña Alirón de Navas de San Juan. ¡Os quiero vikingos!