Difícil papeleta tenía la zaga del Madrid en la visita a Manchester. Los puntas del City son de nivel top. Hacen prácticamente todo bien, son unos auténticos puñales en cuanto les das un poco de espacio y también tienen la capacidad de meterse entre líneas, eliminarte en el uno contra uno o filtrar un último pase. Hombres como Agüero, De Bruyne, Silva o Navas necesitan de tu máxima atención y concentración en todo momento a la defensa permitiendo muy pocas contras del rival, que era donde estaba su peligro. En ataque posicional no hacían daño los de Pellegrini. Su velocidad de circulación de pelota era lenta, inofensiva. Sus centrales y mediocentros no tienen la calidad para encontrar pases decisivos y ahí se notó la ausencia de Silva cuando se retiró lesionado.

Por encima de todos destacó Pepe. El central estuvo imperial. Salió victorioso en el duelo con el Kun, al que apenas vimos en contacto con el balón e incluso le vimos llegar al cruce con éxito en las ayudas a los laterales. Cuando centrales de la talla de Ramos y el propio Pepe están en buen momento son una garantía total. La seguridad que transmitieron en la fase defensiva provocó que el equipo se fuera con más alegría a buscar el gol. Una pena no haber traído una victoria ya que el Real Madrid fue superior. Y una pena fue esa ocasión que tuvo en el minuto 81, al no elegir golpear con el interior. Hart hizo una excelente parada porque reaccionó muy bien, pero si el portugués la hubiera colocado con el interior, el Madrid se habría venido con un resultado mucho mejor...