“Versus” en lugar de “contra”

Incluso los cartelones que colocan a la entrada de los bares españoles han caído en la tontería: “Sábado, 18:15 h. Atlético de Madrid versus Málaga”, “Hoy, a las 16:00: Sevilla versus Betis”.

Después de toda una vida viendo fútbol, hablando de fútbol, yendo al fútbol, incluso escribiendo sobre fútbol, jamás he oído que saliera de ninguna boca “me voy a ver al Rayo versus el Real Madrid”, y sin embargo eso ya aparece escrito por todas partes.

La misión de los periodistas debería consistir en todo lo contrario: en servir como ejemplo de buen uso del idioma (¡hay muchos niños mirando!). Pero a algunos debe de proporcionarles cierto gustirrinín usar palabras raras, preferentemente copiadas del inglés.

La absurda moda del “versus” se expandió aquí, creo, gracias a los anuncios de los partidos de pago. Seguramente las cadenas españolas copiaron esa falsa preposición de sus homólogas británicas. El complejo de inferioridad hispano (que consiste en considerar estupendo todo lo que nos llega en inglés o se dice en esa lengua) hizo el resto.

¿De dónde sale ese “versus”? Algunos creen erróneamente que se trata de la preposición latina de la misma grafía, que en aquella lengua significaba “hacia”. ¿Pero qué pintaría “hacia” en medio de los nombres de dos equipos? No, no van por ahí los tiros.

Ese “versus” se usa en los tribunales británicos desde el siglo XV para expresar el título de un contencioso: “Smith versus O’Callaghan”, por ejemplo; y de ahí pasó a sus combates de boxeo, quizá para acentuar la nobleza del enfrentamiento con reglas. Desde ese deporte (Clay versus Foreman) se extendió a otros y llegó a nuestra Liga.

El extraño término procede en realidad del verbo latino “vertere” (volver), cuyo participio es, casualmente, “versus” (que se escribe igual que la preposición, pero sin ser la preposición). Por tanto, “versus” equivale a “vuelto”: “Smith vuelto a O’Callaghan”. En una traducción mejor, diríamos: “Smith mirando a O’Callaghan” o “Smith frente a O’Callaghan”.

Es decir, “Smith contra O’Callaghan”.

Si preguntamos a quienes escriben esos carteles futbolísticos qué creen ellos que significa “versus” (o su abreviatura “vs.”), nos dirán que “contra”. Vale. Pero entonces no se entiende por qué no ponen “contra” en lugar de ese latinismo del inglés, o escriben un simple guión entre los dos nombres como toda la vida.

Casi siempre, los productos que se anuncian con palabras en inglés son más caros. Quizás deberíamos averiguar si los bares que escriben “versus” han subido el precio de las cervezas.