NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Un minuto, un bofetón de realidad

Un minuto. Sólo un minuto bastó para que el sueño del Rayo se convirtiera en pesadilla. Ganó el Sporting, empató el Málaga y el colchón de la salvación se redujo de golpe. Cinco puntos y dos miuras contra los que saltar al albero: Real Madrid y Atlético. Ahora más que nunca toca aferrarse a la épica, a la fe, a la identidad. Porque no, Vallecas no se rinde. Es más, se crece ante la adversidad. Queda Liga y, pese a que el calendario no es precisamente un caramelito, queda esperanza. El corazón de los franjirrojos ya se ha acostumbrado a sobrepasar las pulsaciones aconsejables, sus nervios están a prueba de bomba y se masca una permanencia in extremis. Otro Tamudazo redentor...

El partido de La Rosaleda parecía una broma macabra. Se lesionó Zé Castro, luego Javi Guerra (se marchó sangrando por la nariz y aturdido tras una falta en el área que Undiano Mallenco no señaló) y Baena. Sin embargo, el cuadro vallecano se sobrepuso a las circunstancias y se mostró valiente, combativo... pudo sentenciar, pero faltó aplomo para defender el tesoro y lo terminó pagando (en demasía). Pero las buenas noticias vienen en forma de nombres propios: de la tremenda labor de Trashorras y Baena, de la frescura de Embarba, de los Quini y Tito incombustibles... de un Rayo que no se achanta.