La piedra de los (mil) tropezones

¡Y vuelve la montaña rusa...! O vértigo hacia abajo, o subidón de adrenalina hacia el cielo. Y eso está bien para el aficionado que piensa con el corazón; pero el profesional debe hacerlo con la cabeza. Somos o muy exigentes con Orti, pitándole tras ganar una Liga, o con Cúper o Unai... o muy facilones, como con la llegada colmada de rosas de Gary Neville o aquel ridículo " todos somos Antonio López" cuando se fue Rafa Benítez que intentaba vendernos que el bueno era Antonio y no Benítez. Tanto humo y tantas milongas deberían hacerles ser mucho menos facilones en el corto plazo. ¡Esto es el Valencia C.F.... por Dios!

Pero no será así. Serán despiadados con quien no se lo merece, porque venimos de tocar metal, de jugar finales o de ser terceros y querremos más de lo debido. O vendremos como ahora, de ser octavos con Salvo y parecerá un éxito ser cuartos (por los pelos) al año siguiente tras 135 kilos en fichajes y no jugar en Europa. O ahora parecerá un éxito maquillar la temporada con cuatro resultados buenos porque venimos, de modo susto, rondando el descenso. Ayestarán lleva aquí dos telediarios y corremos el peligro de que no se haga un análisis profesional sino populista. Y volveremos a tropezar. Como pasó con Pelegrino, Gary, Paco Roig, Dalport, Alvarado, Salvo, Aurelio... Y así pasará siempre. A veces pienso que la piedra del refrán del hombre, el animal y los tropezones, es nuestra.