Un gol de Peñaranda y a casa

El partido no se tira. Ni este ni ninguno. Con seis por delante y 30 puntos en el casillero sólo se puede pensar en sumar sin atender rivales ni escenarios. El partido no se tira, vale, pero todos son conscientes de que puntuar ante el Atlético, uno de los cuatro equipos más en forma del mundo, es poco probable y también es legítimo no olvidar que la madre de todas las finales será la semana que viene ante el Levante. El conjunto granota se ha enganchado de nuevo a la Liga y quemará las naves.

Así que en el Calderón toca estar serios, concentrados, juntos, conceder poco, invitar a los de Simeone a que se lo tomen con calma, hacerles creer que es un partido cómodo para que puedan festejar que están invitados a cenar en la mesa donde sólo se sientan los mejores de Europa y, llegado el caso, poder dar un Peñarandazo y salir corriendo para Granada. En todo caso, puestos a perder, la derrota debería ser contenida y controlada, sin hemorragias de esas que tardan en sanar. Cuando pase este partido quedarán cinco y de esos 15 puntos en juego hay que sumar nueve para seguir en Primera. El Calderón debe reforzar la moral del Granada, su autoestima, tanto si puntúa como si no.