Valladolid eleva el rugby a los cielos
Valladolid ha sido de las pocas ciudades españolas con equipo de primera división simultáneamente en las tres principales ligas: fútbol, baloncesto y balonmano. De esto no hace mucho. Sólo hay que remontarse a la temporada 2013-14, cuando los tres equipos de la ciudad jugaban en la LFP, la ACB y la Asobal. Puede decirse que la crisis acabó por llevarse a los tres equipos por delante. Sin apenas ayudas, tanto públicas como privadas, los presupuestos no dieron para competir con rivales que contaban con mayores favores. ¿Un paso atrás? En absoluto. Cada uno pasó a ocupar el puesto que realmente le correspondía. Ahora compiten con toda dignidad y con arreglo a sus posibilidades reales. Viven con lo que ingresan.
En esta nueva realidad del deporte, aparece el rugby. Valladolid también tiene equipos de primera en este deporte, pero el fútbol, el baloncesto y el balonmano le tenían relegado. Desaparecidas las subvenciones, el rugby aflora en la ciudad por encima de los demás deportes. Se dispone a protagonizar mañana un hecho sin precedentes: un partido al que asistirán 26.500 personas. La Copa del Rey entre Quesos Entrepinares y SilverStorm El Salvador, clubes ambos vallisoletanos, se convertirá así en la Copa de mayor asistencia después de la del fútbol. Ni la de baloncesto, ni la de balonmano. Desde mañana será la de rugby. Valladolid va a hacer posible el milagro, y demostrará que con un deporte aficionado también se puede ser referencia en la élite.