La voracidad va en aumento
Zidane no dudó cuando le preguntaron por las rotaciones y la posible ausencia hoy de Cristiano en Getafe. Ni hablar. La Liga sigue en juego y el delantero portugués es el valor más seguro para sacar adelante los partidos complicados y los que no lo son. Sus números goleadores avalan esa necesidad de que juegue. Si a eso añadimos la lucha contra sí mismo para seguir acumulando trofeos individuales, entendemos a Zinedine.
El delantero es consciente de que ha tomado la delantera sobre su enemigo íntimo de los últimos años. El bajón de Messi resulta un estímulo para él. En los dos próximos meses se compran las papeletas para optar a la Bota de Oro y al Balón del mismo metal. Ahora mismo, con el caramelo de la semifinal de Champions y su primera posición en la tabla de goleadores de la Liga, debe sentir ese cosquilleo de poder rematar una gran temporada, algo que parecía imposible hace un mes. Getafe es la próxima parada. Para Cristiano será una final.