NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Sábado de gloria. A las 22:23 horas, Anoeta estalló de gozo y a su lado miles de madridistas y atléticos que festejaban el inicio de una nueva Liga. ¿Saben qué les pasa a los que festejan el título en febrero? Pues que lo único que puede ocurrirles es que lo pierdan, dado que es absurdo celebrarlo dos veces. Fueron muy creciditos, llenaron sus horas de ocio de Periscopes, se pedían burlonamente al Madrid para el sorteo de la Champions, acumularon bailes en Ipanema, apostaban por un 5-0 para el Clásico, decían que Messi era sobrehumano y Cristiano “sólo el mejor de los humanos”, que si triplete por aquí, triplete por allá... Al final, el fútbol te pone en tu sitio. En San Sebastián se vio que cuando el Barça juega contra once se bloquea. Estaba muy mal acostumbrado...

Aire fresco. Retrocedamos horas antes y hablemos del cómodo y vistoso triunfo sobre el Eibar. Cada vez tengo más claro que Zidane es un gran entrenador. Me explico. Ayer, en vísperas de la soñada remontada europea, apostó por un once plagado de canteranos y españoles: 7 y 7. Se notó ante el Eibar la presencia de sangre fresca, joven y sin aditivos mercantilistas. Lucas Vázquez fue de nuevo un extremo extraordinario (con gol incluido). Jesé nos rescató esa versión osada y feliz que ha sabido sacarle Zidane al darle la confianza que nunca le dio Benítez (que no gana para disgustos en el Newcastle, todo sea dicho). Kiko Casilla firmó dos buenas paradas que permitieron al Madrid acabar con su portería virgen. Arbeloa, suplente de Marcelo a pierna cambiada, cumplió con su empeño habitual. Casemiro no merece más líneas de elogio porque sería empalagoso. Carvajal recibió la ovación de la afición, en un veredicto público a favor del barbudo de Leganés y en contra de Danilo, ese trotón voluntarioso a precio de beluga (31,5 millones de euros). Y me he dejado para el final a Nacho Fernández. Nombre y apellidos cotidianos que encierran un defensa descomunal. Activo, bien colocado, rápido, decidido y sin fisuras. El Bernabéu coreó su nombre varias veces durante la tarde. Ojo a Nacho...

Cris, ‘el asistente’. Cansado de los clichés que le encaloman para desacreditar su inmenso talento, Cristiano regaló ayer dos asistencias a Lucas Vázquez y a Jesé. Para mí hubo una ‘tercera’, al dejar que James tirase la falta de la reconciliación. El portugués piensa más en el equipo de lo que la gente cree. Su generosidad no le impidió sumar su gol 30 en Liga (¡Bota de Oro y Pichichi a la vista!) y su 43º en lo que va de curso...

¡Remontada! El Eibar no quiso chafar el ambiente de un Bernabéu impregnado por el olor a remontada que recorre la capital desde el miércoles. Hay que levantar el 2-0 ante los alemanes de la Volkswagen como sea. Somos mejores y nadie duda de que jugando al 120% al Wolfsburgo sólo le quedará rezar. A los 19 minutos del duelo con el Eibar, el simulacro de remontada fue un éxito rotundo (ya iban 3-0). Pero no hay que fiarse. La falta de humildad nos ha traído hasta esta situación disparatada de ‘todo o nada’. Me lo recuerdan las peñas Calatayud Merengue, Turolense ‘Ciudad de los Amantes’, La Almunia de Doña Godina, Albalat dels Sorells y los 120 llegados del País Vasco: peñas Drakkars Blancas de Ermua, Eibar y Mondragón. Hay que remontar el martes por esta gente tan sana. ¡Vikingos!