No puede descuidar nada...
En la víspera del partido ante el Éibar los jugadores del Madrid hacían un rondo cuando a Arbeloa alguien le tiró un caño recibido con las bromas de unos cuantos, entre otros el capitán Sergio Ramos. Al principio fue una sonrisa, pero la respuesta inmediata del defensa blanco sonó tajante: “No estamos para celebrar nada”. Isco le sugirió que se lo pasara en grande a pesar de todo y el ensayo continuó. La anécdota refleja el estado de alto riesgo en el que vive el Madrid a 90 o 120 minutos del gran desenlace por su mala cabeza en Alemania.
En medio del trueno Zidane dijo que a él le gustaban partidos como el del próximo martes, lo que viene a ser un buen mensaje de optimismo. Le ayudan sus jugadores que de puertas adentro aseguran que van a pasar la eliminatoria. Todos convencidos de recuperar el martes lo que se dejaron en la caseta el miércoles. Está claro que la actualidad blanca gira en torno a la Champions, pero tienen partido hoy. Si el Barça mantiene la tradición en Anoeta y no gana, el choque ante el Éibar merece más atención, y no sólo un puñado de rotaciones.