El Madrid, ante sus fantasmas
Seis meses y 23 partidos después, el Madrid decide su futuro en la Euroliga. Pasar a los cuartos de final o caer eliminado. Seguir adelante parece una obligación. El Madrid es el actual campeón de Europa y esta temporada ha tenido quince jugadores en su plantilla, lo que le ha permitido hacer hasta tres descartes en cada partido. Su drama es que la victoria no le asegura la clasificación. A su rival, el Khimki, sí. El Madrid tendrá un ojo puesto en los otros tres partidos. No depende de sí mismo. Una combinación determinada —ganan Olympiacos, Zalgiris y Baskonia—, le dejaría fuera incluso ganando. Es un lastre que tiene que superar. Eso, y la defensa. Da igual con quien juegue. El rival siempre supera ante el Madrid su media anotadora.
Esto quiere decir que es un problema del Madrid, no mérito del contrario. Algo, además, susceptible de corregir, pues se trata de una cuestión de estrategia más que de talento. Laso no acaba de dar con la tecla, y de las doce derrotas que lleva en la Euroliga, ocho se han producido pese a marcar el equipo más de 80 puntos, anotación que debería conducir a la victoria. De hecho, los seis equipos clasificados para cuartos de final han pasado con esa media de 80 puntos a favor e incluso menos. Como el Madrid encaja un promedio de 84, su ataque se ve obligado a conseguir marcadores muy elevados, que no siempre logra. Una penitencia que arrastra, y a la que no consigue poner fin. Por eso hoy ni siquiera es dueño de su futuro.