Clásico 97: un palco de otra época

Resultaba imposible ver a Lorenzo Sanz y Joan Gaspart enfrentados en las páginas de nuestro periódico y no recordar el Clásico del Camp Nou de 1997. Aquel año, el de la guerra de las televisiones y el fútbol de los lunes, Barça y Madrid empezaron a proyectar lo que son hoy: transatlánticos globales. Illgner, Roberto Carlos, Karembeu, Seedorf, Suker, Mijatovic de blanco. Baia, Popescu, Blanc, Figo, Giovanni y Ronaldo de azulgrana.

Ganó el Barça 1-0, penalti provocado por Figo (qué tiempos) y en el palco del Camp Nou se armó una zapatiesta curiosa. Lorenzo Sanz se levantó al grito de que Núñez estaba “para encerrarlo”. “No para de saltar, se ha pasado el partido chillando al árbitro”. Sanz anunció que rompía relaciones con el Barça y Núñez mandó a Gaspart, su bulldog, a responderle a través de los medios: “Fui a darle la mano y a desearle buen viaje y me dijo: sois unos impresentables. Que no vuelva por aquí”. Eran presidentes y palcos de otra época, con imágenes poco edificantes pero con una sensación de naturalidad que es historia. Las directivas de Madrid y Barça comen juntas mañana en el Espai Gastronomic Roma 2009 del Camp Nou. Pero probablemente se dirán menos verdades que en aquel palco de 1997.