Bale y Marcelo fueron dos perforadoras
Zidane dejó en el banquillo a Isco y James, metió a la BBC y el Madrid ganó en dinamismo, agresividad y verticalidad, pero sobre todo con dos bandas de fuego en las que Marcelo y Bale abrieron boquetes en la defensa del Sevilla. Desde el primer momento, el juego blanco cayó a los lados, con un galés muy metido en faena, olvidado de la desidia de Las Palmas, y con un lateral brasileño que ejerció de auténtico extremo, siempre arriba, siempre poniendo balones al área, aunque alguno de ellos no fuera realmente preciso.
El dispositivo funcionó porque desde la medular el mensaje era de estabilidad, con Casemiro muy firme, dejando a Kroos mucha libertad para llegar cerca del área sevillista, apoyando mucho y bien a Marcelo.
El Sevilla dio una buena sensación táctica, con sentido ofensivo y calidad. Pero el Madrid esta vez dio la cara, se metió en el partido y Zidane tiene un once equilibrado.
Por los lados. Bale y Marcelo perforaron una y otra vez la defensa sevillista. Se inflaron a dar pases y desequilibraron continuamente.
Estabilidad. Casemiro confirmó que debe ser titular. Con él se ve a todo el equipo más seguro y estable. Kroos crece a su lado.