Barça, Grada de Animación y Mossos. Crónica de un delirio
Un mentiroso. El 16 de mayo de 2010, Sandro Rosell, entonces aspirante a la presidencia del Barcelona, se reunió en su casa con diez grupos de animación, entre ellos Boixos Nois, con los que rubricó un pacto de seis páginas por el cual se comprometía a crear una Grada d’Animació cuando fuera presidente. Dicho acuerdo se presentó en sociedad en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona. En un debate electoral antes de arrasar en las elecciones, Rosell negó que en ese acuerdo estuvieran los Boixos. Tres años después, los documentos veían la luz y dejaban al ya ex presidente como un mentiroso.
Bengalas. Esa Grada nunca se hizo porque los Mossos d’Esquadra la vetaron desde el principio. Especialmente, se cargaron de razones cuando el 26 de febrero de 2013 en un partido contra el Madrid, las bengalas volvieron al Camp Nou. Al día siguiente se produjo una tensa reunión entre Rosell y los responsables policiales. Un mes después, la junta renunciaba a uno de sus proyectos estrella.
El Club Super 3. Rosell lo justificó un mes después diciendo que “es imposible controlar a 100.00 espectadores” y que en ningún caso ese incidente tenía relación con la Grada d’Animació (conocida con el nombre de Fanàtics). El ideólogo de la idea, el vicepresidente Cardoner, tiraba la toalla afirmando: “No se hará ni con Fanàtics, ni con las peñas, ni con el Club Super 3 (asociación infantil de espectadores de TV3)”. Al mismo tiempo, reconocía que el club llevaba tiempo facilitando 110 entradas a 10 euros en Gol Sur “a socios y peñas de confianza”.
Manda Tebas. El lunes, la junta anunciaba que “por imperativo de la LFP” se creaba un “Espai d’Animació” para la próxima temporada donde se concentrarían todos los grupos de animación, pero lo desvinculaba del proyecto de Rosell. Al día siguiente, los Mossos mostraban su malestar al enterarse por la prensa. Seis años después, el despropósito sigue como el primer día. Barça y policía a la greña mientras la directiva, como afirmaba el escritor Sergi Pàmies, sigue empeñada en “menospreciar a barcelonistas convencionales que pagan normal y animan cuando lo consideran oportuno, justo y necesario”. En este periodo no han dejado de ganar y aún y así, ahora manda Tebas. Delirante.