El Madrid no puede con los grandes

Hay que felicitar al Madrid por el enorme esfuerzo y la actitud mostrada en el Palau en su intento por levantar un partido que perdía por 25-4 al término del primer cuarto. Ganar no fue una quimera, pues disfrutó de una ventaja de seis puntos en el último cuarto (52-58), perdida al final por una diferencia exagerada. El Barcelona alcanzó la perfección de salida; enfrente, el Madrid lo fallaba todo. Pese a ello fue capaz de sobreponerse. Las cuentas podían salir. Si neutralizaba siete puntos en cada cuarto restante, estaría ahí. Fue incluso más rápido de lo que necesitaba, pero al final no alcanzó la orilla. Acabó ahogado y ahora la posibilidad de verse eliminado ha aumentado. ¿Culpa de este partido? En absoluto. El problema viene de atrás.

Es un problema que arrastra desde que comenzó la temporada. Cuando se enfrenta a un equipo de la clase alta lleva las de perder. La primera fase de la Euroliga la terminó con un parcial de dos victorias y cuatro derrotas frente a los tres equipos que le precedieron en la clasificación: Fenerbahce, Khimki y Estrella Roja. En esta segunda fase lo lleva aún peor: ninguna victoria y cinco derrotas ante el CSKA, el Baskonia y el Barcelona. En la Liga, tres de sus cuatro derrotas fueron frente al Valencia, el Barcelona y el Baskonia. Salió, eso sí, airoso de la Copa, donde sólo se enfrentó a uno de sus grandes rivales, el Baskonia. Esta inferioridad cada vez que se enfrenta a un rival directo le está matando. Sólo con entrega no se arregla. Y eso es un problema.