Mi favorito en MotoGP se llama Jorge Lorenzo
No soy muy de hacer pronósticos en el deporte. Pienso que una de las grandezas de las carreras, que son mi pasión, es que nadie tiene garantías absolutas de éxito, de lo contrario quizá los demás ni competirían, habría ganador de antemano. La incertidumbre siempre rodea incluso a los favoritos indiscutibles, pueden surgir imprevistos en forma de averías, accidentes, la evolución de los rivales, una máquina superior… Todo ello, sin embargo, no significa que se puedan identificar, en ocasiones con claridad, a aquéllos que en principio parecen contar con mayores opciones de triunfo, aunque ya digo que no todas. Y en el caso del Mundial de MotoGP que se pone ahora en marcha, para mí el piloto más cualificado es Jorge Lorenzo. Lo sé, admito que no arriesgo demasiado con mi previsión, es el campeón vigente y ha realizado una magnífica pretemporada, además de disfrutar de una sintonía absoluta con una Yamaha que, a día de hoy, es la moto más equilibrada de la categoría reina.
El mallorquín está en un momento dulce, con la fuerza que le otorga un título que llegó a ver esfumarse el pasado año pero que después, a base de enorme esfuerzo y constancia, se concretó en su tercera corona de MotoGP, ahí es nada. No creo que, en condiciones normales, Valentino Rossi sea capaz de doblegar a su compañero de equipo, tuvo su oportunidad en 2015 y la dejó escapar, ahora Lorenzo está mucho más fuerte y me extrañaría que le pusiera en tantos apuros de nuevo. ¿Y los pilotos oficiales de Honda? Pues pienso que van a seguir sufriendo con un motor que no es el que quieren, así que prefiero esperar a conocer su evolución antes de aventurarme a valorar sus opciones reales. Con Márquez habrá que contar, sin duda, si esa moto le convence más y de Pedrosa qué se puede decir: volverá a intentarlo pero de tanto hacerlo sin lograrlo nos ha abocado a perder la fe. Veremos…