McLaren Honda: un año después, la vida sigue igual
Arranca la temporada de Fórmula 1 en Australia. Y un año después, la vida parece seguir igual en lo que se refiere al proyecto de McLaren con su socio de motores, Honda, incapaz de mostrarse a la altura del potencial de dos pilotos, campeones del mundo, como Alonso y Button. Llegamos a la primera carrera de 2016 idénticamente que en 2015, con más dudas que certezas y la sensación de que tocará volver a sufrir viendo al asturiano (que en Inglaterra se preocupen del suyo) en posiciones impropias de su talento y quemando sin rendimiento otra campaña más. Ya son quince las que lleva Alonso en los grandes premios y sabemos que tampoco esto es eterno… Personalmente me siento muy decepcionado con la situación, porque la cantinela de los responsables de la escudería británica y la marca japonesa me suena ya muy manida.
Nos vuelven a decir que hacen todo lo que pueden, que no han escatimado esfuerzos, pero que no se encuentran en el punto que les gustaría. Desconocen cuál será su rendimiento y tampoco se atreven a pronosticar una línea de progresión. No sé si pretenden que nos agarremos a algún consuelo al afirmar estar algo mejor que antes… pero es que ¡faltaría más que fuera lo contrario! Después de los tests de pretemporada (que han sido pocos, eso es cierto) no tienen claro si la línea elegida es la correcta, aunque el rendimiento del monoplaza no invita al optimismo que ansiamos desde hace meses. Así que si todo lo reducimos a promesas y paciencia, diría que no se ha avanzado demasiado en relación a 2015; entonces se escudaban en la bisoñez del binomio y en las dificultades propias de cualquier inicio, sobre todo en una F-1 tan compleja como ésta. Un año después, ¿cómo se justifica la misma incompetencia? A mí, desde luego, me cuesta hacerlo…