Dos cracks fruto de un Plan B

La historia es así: cuando Rafa Benítez tiene conocimiento de que será entrenador del Real Madrid, pide tres fichajes para equilibrar la plantilla. Quiere un delantero centro que compita con Benzema, un jugador de banda derecha y un relevo para cuando Marcelo desfallezca. La respuesta del club fue un tajante “no puede ser”. El Plan B giró hacia algo más doméstico y los responsables de cuentas del club aceptaron la repesca de Casemiro y de Lucas Vázquez. Volvieron y jugaron bajo las órdenes de Benítez tanto como pudieron, siempre tras las titularidades ‘intocables’ de Bale, James, Isco y compañía.

Lo curioso es que Lucas Vázquez, como Casemiro, funcionaron bien cuando saltaron al césped. En concreto, el repescado del Espanyol aportaba a la plantilla la cualidad de ser jugador para tres posiciones, lo que reforzaba su valor. Pero... con Zidane los grandes fichajes volvieron a considerarse titulares indiscutibles y Casemiro y Lucas Vázquez quedaron relegados, hasta que por razón de las lesiones, y probablemente porque Zidane también lo sabía en su fuero interno, los dos ‘canteranos’ han disfrutado de minutos dando una respuesta sobresaliente. No es nuevo que estos dos jugadores están aquí para aportar mucho al Madrid. La cuestión es que se lo permitan.