Los tres palos en todo lo alto
El colombiano René Higuita se alineaba de portero pero tenía alma de jugador de campo, y cada vez que le daba la ventolera se iba por esos mundos, más allá de las fronteras del área, para generar espectáculo y sobresaltos. De guardametas como él solía decirse: “Si se cae el larguero, no le da en la cabeza”.
Claro. Porque el larguero está arriba, y eso hace que el portero se sitúe generalmente debajo.
Sin embargo, los narradores y cronistas deportivos dicen cada día al desgranar las alineaciones: “Keilor estará bajo palos”, “bajo los palos, Ter Stegen”, “hoy jugará Claudio Bravo bajo palos”.
Para empezar, ahí hace falta un artículo: “Bajo ‘los’ palos”. Se puede omitir cuando acompaña a sustantivos que no designan un objeto físico en particular sino que se refieren a la idea general de ese objeto o a su representación abstracta (“bajo techo”, “bajo palio”, “bajo secreto”). Pero si un día nieva, no diremos que vamos a dar un paseo “bajo copos”; y si no nieva, un paseo “bajo árboles”. Diremos que vamos a pasear “bajo los copos” o “bajo los árboles”. O “bajo los copos y bajo los árboles” en el caso de que estemos en el campo y además nieve.
En ambos supuestos, los copos y los árboles se mueven por encima de nuestras cabezas, y por eso los demás nos hallamos debajo. Pero en lo que se refiere a una portería, sólo el larguero se sitúa por encima del flequillo del guardameta. A su izquierda y a su derecha quedarán los palos, anclados al suelo en posición vertical y que no se hallan en un plano superior al del portero, sino lateral.
El cancerbero se colocará ahí durante la mayor parte del encuentro, y por eso estará, si acaso, “entre los palos”, pues las tres maderas lo enmarcan junto con la línea de cal pintada en el suelo; no lo tienen debajo.
Llama la atención además que sí se diga con claridad que un delantero dispara “entre los tres palos” cuando su lanzamiento lleva dirección a la red, y que se deseche en tales casos la alternativa “el disparo fue bajo palos”, que tendría el mismo derecho de uso que el aplicado para la situación del cancerbero.
Pero todo esto a Higuita le daba igual. Él prefería jugar entre líneas.