Ya puede venir el Barça...
El Rayo está en estado de gracia: séptimo partido consecutivo invicto (igualando aquella del Matagigantes, 77-78). Algo que cobra mayor mérito cuando las lesiones están siempre al acecho. Paco ha ido perdiendo piezas claves (las últimas Pablo, Jozabed y Guerra), pero si alguien sabe encajar, de nuevo, el puzzle es él. Y si hay un equipo capaz de sobreponerse a las adversidades es el de Vallecas. Los partidos frente a Sevilla y Betis tuvieron idéntico guión: dos goles en contra, dos cambios ofensivos para no perder comba y una reacción que hace mirar al Barça con ilusión y hambre. Aunque se masquen más bajas, más heridos en la batalla por la permanencia.
Como sucedió en la semana anterior, Manucho fue quien reenganchó al Rayo (se le dan bien los sevillanos). Aunque esta vez marcó por partida doble. Es la tercera vez que lo consigue en Primera y la primera vistiendo la franja. Los vallecanos ya sufrieron su zarpazo encajando un doblete en su derrota contra el Valladolid (6-1, 30-09-12). Y el Madrid también fue víctima de dos de sus mordiscos, aunque no sirvieron para dar el triunfo a los pucelanos (2-3, 08-12-12). Ayer le bastaron 175 segundos para devolver el aliento a la afición, sin uñas por el infartante tramo final. En estos días aún hay tiempo para que crezcan y afilarlas... El Barça espera.