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No hay derecho. El madridismo no se merece tanto castigo, tanta necedad, tanto error de despacho, tanta indolencia de buena parte de sus sobrevalorados jugadores, tanto inmovilismo institucional, tanta falta de energía emocional-madridista, tanta falta de respeto al escudo y a la camiseta, tanta ceguera desde la cúpula presidencial por culpa de su soberbia y su perfecto desconocimiento de lo que es el fútbol de verdad (el de los hombres, no el de mercadeo marketiniano)... El Madrid está pagando de una tacada todos sus pecados en una temporada horribilis que está resultando una pesadilla insoportable. Florentino despidió a Ancelotti “porque el último año no ganó nada”. Le recuerdo al megamandatario por los siglos de los siglos que Carletto era el entrenador de la maravillosa Décima. Y nos los cepillamos sin miramientos. Y fichamos a Benítez para que trajese mano dura. Y como al final tenía mano blanda y servil nos lo cargamos a mitad de curso. Y al gran Zidane (estoy a muerte con él) lo mandamos a la hoguera para evitar que las llamas suban desde el banquillo al Palco... Lo que hay que hacer es asumir responsabilidades y decir de una vez “me he equivocado, lo siento”. Con humildad y reconociendo los errores se puede empezar de cero, reforzar a Zizou sin titubeos, apostar por la línea marcada ayer con los canteranos (Borja Mayoral, Lucas Vázquez, Jesé...), llamar al orden a los capitanes (Ramos y Cristiano) para que asuman de una vez el liderazgo que falta en el terreno de juego... El Atleti lleva tres años seguidos ganándonos en Liga en el Bernabéu. Jamás había ocurrido en los 114 años de historia del club. Otro logro más. No sólo vamos a presumir de ser los primeros de la glorificada lista Forbes...

Efecto Mayoral. Pero entre tanta penumbra, veamos un punto de luz. La encendió Zidane, al que aplaudo su decisión de suplir al lesionado Benzema por Borja Mayoral. El canterano está para jugar, como ya me explicaban los peñistas el jueves. Mayoral reactivó al equipo en la segunda mitad. Siempre se ofreció, hizo un par de unos contra uno, no le quemó el balón, luchó por cada pelota al límite... Eso es tener ADN madridista. Por eso, los canteranos históricamente han salido al rescate en situaciones difíciles como la que estamos viviendo. Zizou lo tiene claro y acabó el partido dando bola también a Lucas Vázquez y a Jesé. Al banquillo se fueron James e Isco. El colombiano, al que he defendido siempre y le veía como un futuro Balón de Oro, parece un holograma. Irreconocible, lento, espeso, torpe, llegando tarde a todas... No es James. Y su pasividad contagió a Isco, que corrió sin sentido y estuvo muy previsible con el esférico en los pies. Y Kroos, en su línea de este año. Nada de nada. Sin centro del campo, con Benzema KO y Cristiano desacertado en el remate (falló las dos claras que tuvo), el Atleti ganó limitándose a sacar petróleo de su disciplina táctica.

Clos, ya te vale. Se veía venir. El aragonés nos tangó en un derbi en el Calderón hace unos años anulando ¡tres goles legales de Raúl (2) y Van Nistelrooy! En Pamplona expulsó a Ramos por dos acciones que ni siquiera eran amarilla. Clos es el nuevo heredero de los Pérez Lasa, Undiano y compañía. No le cae bien el Madrid y se le nota. Penalti claro a Danilo no pitado. Y pudo expulsar a Godín en una jugada que en otras ocasiones fue roja. Pero ya no mandamos ni en eso. En la Federación se ríen de nosotros desde hace mucho tiempo. Me voy triste a casa. Otra noche sin cenar...