Llull, Reyes, Ayón, los de siempre
Menudo trago el del Madrid en Alemania. Partido a sangre y fuego. Casi como el del Baskonia frente al colista, ante quien tuvo que hacer una auténtica remontada para ganar en el último cuarto. Es el grupo de la muerte en la Euroliga. Nadie tiene nada seguro. Los resultados se deciden por detalles o por acciones individuales, y el Madrid ha tenido el acierto de contar en su plantilla con jugadores desequilibrantes, capaces de decidir por sí solos un partido. Llull, Reyes y Ayón, por ejemplo. Llull fue ante el Bamberg el francotirador que evitó una catástrofe en el primer cuarto; acabó con seis triples y 21 puntos. Tremendo. Reyes también sostuvo al equipo con 18 puntos, y Ayón evitó la canasta que iba a suponer una incierta prórroga.
Entre los tres, 70 de valoración. Para tener una referencia: Taylor, Thompkins y Rivers, dos fichajes y un repescado, sumaron juntos -1. Es la descompensación que presenta esta temporada la plantilla. Están los de siempre, los que tiran del carro, y los que cuando salen se atasca la máquina. De ellos se dice que son muy buenos, que aprietan en defensa, pero la realidad es que Rivers ha ido a menos, y que al Madrid le siguen metiendo una barbaridad de puntos, y por eso anda tan ajustado en todos los encuentros. Menos mal que también anda entre los de siempre Sergio Rodríguez con sus asistencias, y que ayer particularmente hizo funcionar a Lima. Un monumento hay que hacer a estos jugadores que llevan el escudo del Madrid en el corazón.