Ezpeleta no es Juan Palomo
Japón, Australia, Malaysia, Holanda, Gran Bretaña, Alemania, Italia y España. Son los países donde siempre ha habido Mundial de motos desde que Carmelo Ezpeleta se hizo cargo de las carreras en 1992. Al poco tiempo, Francia y la República Checa también se convirtieron en fijos. Como Qatar desde 2004, Estados Unidos al año siguiente, y San Marino tres después. Argentina ha vuelto a aparecer últimamente, igual que Austria lo hace ahora. Estos países forman el calendario del Mundial 2016, y hay siete más en los que ha habido carreras con Ezpeleta al frente de Dorna, la empresa organizadora: Portugal, Hungría, Turquía, Sudáfrica, Indonesia, China y Brasil. Ezpeleta ha hecho de las motos un espectáculo universal. Vaya en su haber.
Tenemos que agradecérselo, porque el protagonismo español es indudable. Con cuatro carreras en España (Jerez, Montmeló, Alcañiz y Valencia) y tres pilotos luchando por el título de MotoGP (Lorenzo, Márquez y Pedrosa). Esto no significa que Ezpeleta sea un Juan Palomo, pues ha llevado el Mundial a los cinco continentes, y el año pasado puntuaron en las carreras pilotos de dieciocho nacionalidades diferentes. Lo que somos es la mayor potencia del mundo en un espectáculo que ven 120 millones de personas. Espectáculo al que Ezpeleta dio el banderazo de salida, como hace cada año en su ya clásica visita a AS. La temporada que espera es apasionante. Lo de Márquez y Rossi no se va a quedar así. Entre otras cosas, porque ninguno es el campeón.