Regreso a casa y algo más...

No es Isco de los que se ponen nerviosos por circunstancias especiales. Si algo le caracteriza es la templanza. Influirá poco en su juego el regreso a Málaga. Y menos ahora, que se está ventilando la continuidad en el equipo. Porque a Zidane le asalta desde hace semanas la duda de jugar con James e Isco juntos o meter a un Kovacic que siempre cumple. El técnico ha hecho equilibrismo desde entonces. Un día argumentaba que Isco necesitaba descanso. Otro que James va cogiendo el ritmo pero no debe jugar todavía los noventa minutos. Así hasta que se acabe decantando. Y eso que aún no le ha llegado el bendito problema del regreso de Bale. Por tanto, para Isco el de hoy será un partido trascendental.

Necesita los goles y las asistencias que adornaron su estadística en años anteriores. Ahora llega menos a puerta y se enreda en esos lujos que le gustan. De ahí que crezcan las críticas, unas más interesadas que otras. Pero al mismo tiempo, también aumenta el interés de equipos extranjeros por él. El talento escasea en el fútbol e Isco lo tiene desde que nació. Falta que rompa a jugar de una vez por todas y que los que le dirigen, orienten de la mejor forma posible ese potencial. Zidane parece el indicado, dado su buen gusto. Existen puntos en común en el juego de ambos. Pero el francés ahora debe pensar en algo más que en voleas y ruletas.