Súper Bilbao; mini Barcelona

Sorpresón en la Copa de baloncesto. Eliminados el Barcelona, favorito en cuantas competiciones participa, y el Valencia, líder indiscutible de la Liga. Es lo que tiene este torneo de la Copa. La victoria vale su peso en oro. Nada que ver con la Liga, donde los grandes equipos esperan a que lleguen los playoff sin que las derrotas les causen crisis alguna. Pero, ‘¡ay, la Copa! La Copa saca los colores al más pintado y engrandece al más modesto. El mejor ejemplo lo tuvimos en el Barcelona-Bilbao, donde había mayores diferencias que en el Valencia-Gran Canaria. El Bilbao está hecho de retales madridistas y de jugadores que también se han ido buscando la vida por ahí. Una cosa les une: a todos les gusta el baloncesto y tratan de disfrutar.

Ayer, disfrutar, disfrutaron poco durante el partido. Más bien sufrieron. Se vieron ganando desde el principio, pero sabían que la fiera despertaría. Aguantaron el primer cuarto, también el segundo, llegaron empatados en el tercero, y en el cuarto... ¡Uff, en el cuarto! En el cuarto vieron cómo a falta de tres segundos se les iba el partido. No fue así, y tres segundos después conocieron el éxtasis. ¡Vencedores! Fue un Súper Bilbao ante un mini Barcelona, que no supo ofrecer soluciones pese a sus enormes recursos. Con tantos y tan buenos jugadores que esa fue su perdición. Como tienen que jugar todos, acabaron hechos un lío. El Bilbao no tiene ese problema. Son pocos y juegan cuanto pueden. El baloncesto así es más sencillo.