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Artículos comestibles

El repertorio lingüístico ofrece algunos elementos que uno se puede comer sin que la digestión se le estropee. Por ejemplo, a menudo son comestibles los adjetivos. Si voy a decir “la mina de mi primo produce carbón negro”, haré bien en ingerir “negro” y eliminarlo sin más problemas por los métodos biológicos habituales. Ya se sabe que el carbón es negro, y no hace falta añadirlo. Nos comemos el adjetivo y no pasa nada.

También se puede uno comer el verbo si está sobrentendido, una técnica que se usa mucho en los titulares periodísticos: “Marcelo, duda de Zidane para Roma”. Enseguida nos damos cuenta de que no figura ahí el verbo “es”, y entendemos la oración igual porque nos imaginamos lo que falta. Eso sí, siempre que al verbo lo sustituya una coma, porque en caso contrario estaríamos diciendo que “Marcelo duda de Zidane para Roma”, con lo cual atribuiríamos al jugador brasileño el acto de dudar de su entrenador y no el de representar una duda para él. Menuda diferencia.

Pero con los artículos (el, la, un, unas…) no sucede igual. Vea usted qué paradoja: los adjetivos y los verbos son artículos comestibles; pero no son comestibles los artículos. Máxime si añaden información, como vemos en estas tres opciones en las que se transmiten ideas distintas: “Quiero café”, “quiero el café”, “quiero un café”.

La supresión del artículo es válida en unas ocasiones, sí, pero no en otras. Al contrario: en el español correcto resulta muchas veces obligatorio. Sin embargo, cada dos por tres oímos a los comentaristas de fútbol oraciones como “Carvajal avanza por banda derecha” o “Keylor estará bajo palos”, que les parecerán normales a mucha gente (de tanto oírlas). Y esa manera de hablar equivaldría a que en nuestra vida cotidiana dijéramos algo así como “ese mendigo camina por acera y duerme bajo puente”. O “me duele muela” y “me gusta paella”.

Conviene tener cuidado, pues, con esto de comerse los artículos. Hay comentaristas que con el atracón de cada jornada pueden caer en una gramatical gastroenteritis.