La cláusula del miedo y 'el cagazo'
La cláusula del miedo, conocida por los propios futbolistas como ‘el cagazo’, es la jindama que sienten los equipos grandes cuando ven a sus cedidos jugar contra ellos. Miedo a que les salga un partido redondo y les arruine sus intereses, aunque se supone que esa es la razón principal de toda cesión: que el chaval triunfe fuera para que regrese contrastado. El Atleti ha tenido a bien no incluirla hoy para Velázquez y Bernard. El Atleti sólo ejecuta dicha cláusula para los partidos del Calderón, no cuando él es el visitante. El Atleti sólo tiene miedo a medias.
Los otros clubes, los que reciben la gracia, nunca rechistan. A lo que diga el benefactor, amén. En realidad son estos clubes, los getafes, los que pueden explicar lo que es el verdadero miedo: el pavor a enfadar al club protector no vaya a ser que deje de cederte jugadores. El Getafe pidió en enero a Thomas y a Lucas Hernández. Lo que realmente quería el Getafe era devolver a Bernard en esa jugada. No se dio porque Simeone dijo que de su castillo no salía nadie, o porque no le interesaba al Atleti, o porque era un feo a Jorge Mendes, quien colocó a Bernard en el Coliseum. Como no hay quejas del comportamiento del Getafe, lo volverá a intentar en junio. Pero, ¿qué sucede si contrarias al club nodriza? El Villarreal tenía casi cerrada la vuelta de Cheryshev, pero como Fernando Roig se revolvió con el Madrid con el affaire de la Copa, Cheryshev acabó en Valencia. El escarmiento del Madrid al Villarreal ha metido el miedo en el cuerpo a todos los clubes que tienen cedidos.