Talentos de todas las edades

Schiappacasse. Sólo tiene 17 años y un nombre difícil de pronunciar, pero ya es una de las pequeñas sensaciones que ha dejado la Libertadores en apenas una fecha, la ida de la primera fase, la previa al tramo de grupos. Velocidad, regate y centro, un extremo a la vieja usanza teñido de modernidad por las mechas impostadas de su cabellera. Una de las joyas del River Plate uruguayo, que dirigido por el exseleccionador Juan Ramón Carrasco (un islote de propuesta ofensiva en el defensivismo crónico de los celestes) tiene contra las cuerdas a la U de Chile (anoche jugaban la vuelta en Santiago; 2-0 en la ida). Schiappacasse, un prometedor delantero que calcula que en enero de 2017 ya llevará puesta la camiseta del Atlético de Madrid.

Calleri. Lleva sólo 124 minutos con la zamarra del Sao Paulo puesta y ya suma tres goles. Y aunque es argentino, la nacionalidad de máxima rivalidad, el hincha de Morumbí ya canta el nombre de Jonathan Calleri a ritmo de samba. El exdelantero de Boca Juniors, cuyos derechos pertenecen a un grupo inversor uruguayo y que jugará a préstamo en Brasil durante seis meses antes de partir a Europa (o ésa es la idea), armó el taco en la Libertadores con un tanto de vaselina que rescató a su equipo de la derrota ante el César Vallejo y también el fin de semana con dos cabezazos en la segunda jornada del torneo paulista. 22 años de buen delantero. No es Tévez ni Osvaldo, pero en La Bombonera empiezan a sospechar a estas horas que igual no fue buena la idea de forzar su marcha.

D’Alessandro. Un ídolo que vuelve, el gran refuerzo de River Plate en su intento de revalidar la corona de la Libertadores. D’Alessandro, 34 años para 35, pero un fútbol todavía vigente. Un centrocampista de vuelo habituado a jugar al escondite con su actual entrenador, Marcelo Gallardo: empezó a jugar en River cuando el Muñeco se fue al Mónaco; y cuando éste regresó, Andrés se fue al Wolfsburgo. No como compañeros, pero al fin coinciden en el Monumental. El debut se espera para el domingo en el Mario Alberto Kempes, ante Belgrano.

Iván Alonso. Otro fichaje de River que no tuvo que esperar tanto. Tan sólo por unos minutos, pero ya debutó con los millonarios. En el último tramo de la goleada ante Quilmes (5-1) de la primera jornada argentina apareció Iván Alonso, que en abril cumplirá los 37. O lo que es lo mismo, uno de los inolvidables protagonistas de la final de la Copa de la UEFA 2001 entre el Liverpool y el Alavés que aún sigue jugando. Un uruguayo que hizo carrera en España (también jugó por el Murcia y por el Espanyol) y que ya ha jugado en los dos River Plate, el de su país y el de Buenos Aires.