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¿Y si el Cádiz fichara a Cheryshev?

Cierre del mercado. Esta medianoche se cierra el mercado invernal y los clubes ultiman en boxes el repaso a sus aparatos de fax: tinta, escobillas, bandejas, papel, el traicionero botón on/off y otras diabluras técnicas. Aunque el mercado parece adormecido, no se descarta alguna operación de tronío, como que el Cádiz, en justa correspondencia, fiche hoy a Cheryshev. O a Chendy. Incluso a Benítez.

Viva el amor. El Madrid le ha marcado doce goles al Espanyol en dos partidos. Por fortuna para la población mundial de pericos no volverán a enfrentarse hasta la próxima temporada. Vaya nuestro recuerdo para Míster Chen, que ya ha invertido 50 millones en el club y debe estar atravesando momentos de cierta inquietud. Se confirma que el fútbol trata igual a los magnates que a los mangantes. Crudamente.

El plan. No se engañen: Simeone lo tenía todo previsto. La derrota, las expulsiones, el sacrificio de Augusto, el tatuaje a Messi y la amable cesión del primer puesto. El Atlético vive más a gusto al acecho, disimulando, fingiendo que la imaginación sólo le alcanza “partido a partido”. La teoría se llama Cholismo ilustrado y ocupa los mismos tomos que El Cossío.

Risa, pero menos. El Barça, que lo tiene todo, podría no tener dinero para pagar tanta felicidad. Si se confirma la subida del contrato de Messi (39,4 millones a partir del verano) y si se concreta la renovación de Neymar (otro Potosí), el club tendrá que llegar a un acuerdo con Qatar para la camiseta, con Kuwait para el pantalón y con Bahrein para los calzoncillos. Además, claro, de las pertinentes rifas.

Un tal Wolff. En estos tiempos de zozobra, la esencia de la españolidad hipervitaminada reside en la selección de balonmano: brazos de hierro, slips de cemento armado, deportividad ejemplar... Esto no quita que podamos perder como lo hicimos ayer (a lo grande), frente a una Alemania que tiene un portero de lo más versátil. Lo tumbas en Berlín y te vale como muro.

La esperanza. Cumplido el Abierto de Australia, el circuito masculino de tenis debería cerrar hasta 2020. Y no por las aviesas apuestas, sino por el avieso Djokovic. De seguir así, el propietario de Ambiciones no dejará ni las migajas. Hay que hacer algo para cortarle el ritmo. Rendidos sus rivales más enconados, sólo queda un nombre con capacidad para neutralizar su derecha y su revés: Kevin Roldán.

El motorcito. No basta con que te guste la ropa ceñida, el contacto con la naturaleza y el tupé de Iker Jiménez. Si no te gusta dar pedales no te hagas ciclista y, menos aún, compitas en pruebas de ciclocross. El consejo le llega tarde a la belga de 19 años cazada con una máquina motorizada en su bicicleta. Su padre asegura que alguien se la metió sin que ella se diera cuenta. Eterno consuelo paterno.

Madrid azul. Lo cierto es que las bicicletas con motor están de moda. En Madrid proliferan como setas en otoño. El centro de la ciudad parece Nerja en los tiempos de Verano Azul, tanto joven silbando. Hay quienes aseguran que a los madrileños nos gusta montar en bici. Creo que se equivocan. Lo que nos gusta es montar en moto sin casco. El movimiento anárquico musicalizado. O sea, la movida.