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Rafa Nadal, en el punto más crítico

¿Hay esperanzas de que este Rafa vuelva a ser Nadal? La 'dolorosa' (adjetivo impuesto por el mismo Rafa) derrota de Rafael Nadal ante Fernando Verdasco, tan parecida a la que sufrió frente a Fognini en el US Open, ha reabierto el debate sobre la crisis de juego de un Nadal que ha ganado 14 títulos de Grand Slam y ha firmado 141 semanas en el número uno de la ATP. El propio Verdasco habló de la 'dureza extrema' de batallas de esta envergadura. El rostro desencajado del propio Nadal (que ahora decidirá si jugar sobre la tierra de Buenos Aires) era toda una enciclopedia sobre frustración.

Tal como analiza Tony Roche para AS (y aceptan unánimemente los medios internacionales), el tiro cruzado de 'drive' de Nadal (lo que podría llamarse 'derecha', de no venir desde una mano izquierda) ha dejado de hacer daño. Ha perdido velocidad y revoluciones en ese efecto 'topspin' que hacía alzarse en suspensión a todo diestro (Verdasco es zurdo, ojo) que quisiera atacarlo desde el lado del revés. Esa es la primera evidencia y ahí se quiebra todo el sistema de Nadal... y por ahí abre el excelentísimo revés plano de Djokovic la gran brecha que le ha hecho inaccesible para Rafa. Esa bola que antes subía casi hasta el pecho del adversario, se detiene ahora no más allá de la altura de la cadera. La diferencia salta a la vista para cualquiera que vea una grabación de Nadal entre 2005 y 2010, como la del duelo a cinco sets con Hewitt en el Australian Open de 2005 que emitió el Canal 7 australiano, una de estas madrugadas: aquel Nadal quizá tenía menos consistencia en el revés, pero su 'drive' cruzado de ataque... subía hasta el rostro de Hewitt, que se vio contra las cuerdas y ganó aquel día a Nadal (en cinco sets) por última vez en pista dura.

"No estoy acostumbrado a que me asesinen ('kill') mi tiro de cruzado de drive', y eso es lo que Verdasco ha hecho con éxito. Hoy, este juego es para los pegadores", dijo Nadal en inglés ante los medios internacionales. Una autoridad técnica como Tony Roche desmenuza esa situación en AS y se refiere (como el propio Verdasco hizo al argumentar su remontada) a la decreciente 'profundidad' de los tiros de campo que Rafa envía. ¿Puede tener algo que ver la lesión que Rafa sufrió en la zona baja lumbar en la final australiana de 2014 ante Wawrinka?

Más allá existen problemas de servicio y mentalidad, con cierta pérdida de explosividad atlética. En la reciente final de Brisbane, los monstruosos primeros servicios de Raonic volaban a 215 km/h de media, por 186 km/h para Roger Federer. Los segundos de Raonic destellaban a 185 km/h de media... por 167 para Federer en este departamento. Ante Verdasco, la media de los segundos servicios de Nadal quedó en 144 km/h (por 181 para los primeros), 23 km/h por debajo de aquella de Federer en Brisbane. De ese modo, de poco sirvió a Rafa procurarse ante Verdasco 16 puntos de 'break' a favor, de los que ganó seis: Verdasco se habilitó otros 15 puntos de 'break', de los que aprovechó cinco, al margen de dominar los dos 'tiebreaks'... juegos decisivos, de los que Nadal ha perdido siete de los ocho últimos disputados en Grand Slam. Periodistas estadounidenses apuntan a la final del US Open de 2010, que Nadal gobernó ante Djokovic, 'por una clara mejoría al afilar el servicio', recuerdan.

Esta noche pasada, Toni Nadal se refirió en 'El Larguero' a la 'intranquilidad'. Periodistas serbios se refieren a la 'pérdida de agresividad mental'. Y añaden: "El Nadal de antes nunca habría dejado escapar un partido con 6-5 y 0/30 en el cuarto set, a solo dos puntos del triunfo". Ahí, Nadal jugó un punto bastante timorato ante un segundo saque de Verdasco, limitándose a pelotear, hasta que Verdasco resolvió con un martillazo cruzado a huevo. Se subraya que "El Nadal de 2010 o incluso 2013 tampoco habría perdido seis juegos seguidos en un quinto set. Eso dice muchas cosas". Hay una evidencia sobre todas: bastantes cosas no funcionan. Así, algo habrá que cambiar en el tenis de Rafa Nadal, poco o mucho, si no se quiere perder el futuro. Todo el futuro que quede. "Vuelve al blanco que has fallado y deja aquel que ya has acertado de lleno" (Nikos Kazantzakis).