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Sampaoli: el campeón deja Chile a la carrera

Sampaoli. Ahora sí. Jorge Sampaoli está oficialmente en el mercado. Ya no es el seleccionador de Chile. La ANFP dobló la rodilla y aceptó reducirle la millonaria cláusula de rescisión unilateral de contrato que lo retenía. Al final, el campeón de América, el balón de bronce de los entrenadores en 2015, obtuvo la libertad, tras un tenso combate mediático durante la semana, a cambio de renunciar a una plata pendiente. Quizá el tiempo ayude a que el gris paladar chileno de hoy se vuelva mañana agradecimiento. Porque el técnico que más gloria le ha dado al fútbol chileno (esa Copa América de 2015, el único título de la Roja en toda su historia, y la Copa Sudamericana 2011 con la U) paradójicamente se marcha casi como un apestado. Con una estrella en la pechera pero también con el desprecio del aficionado sobre la espalda, al menos de una buena parte, que castigó su doble discurso y sus ofensivas ganas de fuga sobre su extraordinario rendimiento (27 triunfos, nueve empates, ocho derrotas). Casi sin despedirse, subiéndose al coche a la carrera. El triste final de la época roja más dorada.

Suazo. Se acabó. Por la puerta de atrás, tras pensárselo durante tres meses después de ser despedido de Colo Colo por actos de indisciplina hacia su entrenador (pleito que sigue en tribunales), casi en silencio, el Chupete de Suazo decidió colgar las botas. Tiene 34 años. Y a estas horas no se sabe muy bien quién se va, si un ídolo mayor, el delantero principal de la Chile de Bielsa, el máximo goleador del mundo en 2006 según la IFFHS, o un jugador manchado que se quedó en menos del fútbol que lleva dentro por su displicencia y rebeldía. No llegó a Zamorano ni a Salas ni a Caszely, más por voluntad propia que por capacidad se quedó en otro escalón. En el Zaragoza, Paquirrín (parecer se parecía) apenas duró seis meses y dejó goles pero también una sensación permanente de sobrepeso. Se va un tipo tímido, diferente, reacio al trabajo y las normas, arisco con la Prensa y los jefes pero cordial con el barrio y el aficionado. Tras anunciar el jueves su retirada, se dejó ver como si nada el fin de semana jugando un torneo veraniego en San Antonio, su pueblo. Y ya está en semifinales.

Jara. Un campeón de América vuelve a casa. Gonzalo Jara, el central que se ganó las portadas del mundo por su ordinario dedo en el trasero de Cavani durante la Copa América, abandona el Mainz (la Bundesliga finalmente no ha sido el refugio dorado que parecía para los chilenos) y regresa al empobrecido campeonato de su tierra. Ficha por la U, el equipo que estrena como entrenador al segundo de Sampaoli, Sebastián Beccacece. Es decir, al enemigo, un pecado que se reproduce con demasiada frecuencia e indiferencia en el país de los terremotos. Jara fue colocolino hasta 2009 cuando el West Bromwich Albion le abrió las puertas de Europa. Se desprecia al hincha. Y ahora, como si nada, para dolor del hincha, se viste de azul.