La chica que pone ojitos y se resiste
Es oír su nombre y el estómago se estremece. Las manos empiezan a sudar sin un motivo racional, los ojos te brillan como por arte de magia y sientes que las piernas ya no están tan firmes, ahora tiemblan cual flan recién servido. Recuerdas momentos inolvidables vividos con ella. También se te aparecen en la cabeza instantes de sufrimiento, porque aunque nunca fue tuya, la llegaste a tener tan cerca que sentiste como una traición que se fuera con otro. Por momentos la odiaste más que a nadie. Incluso preferiste olvidarte de ella por un tiempo. Pero ahora vuelve a aparecer en tu vida y la deseas más que nunca. Es el momento.
Es la Copa y el Celta, una historia de amor que no termina de consumarse, un idilio de alegría y llanto. Han estado muy cerca y han acabado muy lejos. Ahora el destino vuelve a cruzarles. Vigo se alborota cada vez que la ve acercarse. No entienden cómo pudo escaparse tantas veces, pero saben que algún día la tendrán. Aunque haya que matar gigantes... El Celta quiere la Copa.