La epidemia dura mucho
Muchos no sabrán que a Ancelotti le costó el puesto el bajón físico y las innumerables lesiones en los últimos meses de mandato. En el despido de Benítez, además de la mala relación con los jugadores, pesó la cadena de incidentes físicos, justo cuando él había presumido de que eso se había terminado. Ayer planeó de nuevo esa sombra de las lesiones en el trabajo de Zidane. Igual ha llegado el momento de buscar responsabilidades fuera de los banquillos.
Que Bale vaya por la sexta lesión en el gemelo, tercera de esta temporada, indica que existe una propensión a romperse en esa zona que no ha sido debidamente considerada por el cuerpo médico del club. Al menos ayer cambió de pierna en sus problemas en el sóleo. En el caso de Benzema, podríamos decir lo mismo. Es la cuarta vez que los tobillos dejan al delantero francés varado. Y eso también debe tener una respuesta preventiva que no se percibe.