El liderato que la FIFA no mira
Al Atlético no se le ve, o no se le mira, pero está ahí. Cierra la primera vuelta en lo más alto de la tabla, de pie en todas las competiciones, sin errores ni en lo burocrático, pero sin adjetivos. No desde luego de los premios a los mejores del año, ya sea en LaLiga o en el Balón de Oro, donde se le ningunea sistemáticamente. La propaganda y la mercadotecnia se rigen por otro sistema de clasificación para escupir sus reconocimientos. Lo del once FIFA de 2015 es un chiste, un insulto. Pero aunque invisible, el Atlético está ahí, en una posición que lo pone otra vez ante la tentación de hacer cálculos, salirse de la pócima del partido a partido y discutir si está para soñar o no por el título.
Con un portero que gana campeonatos, el menos batido de Europa, el mejor de 2015. Y a su lado, como jefes de zona, Godín y Gabi y Griezmann. Y encima con Koke y Filipe, que parece que vuelven. Y otros olvidados que de pronto asoman y suman. Y sobre todo un equipo, la segunda obra de Simeone, que compite mejor de lo que juega, pero que a veces se suelta con lujos y triangulaciones. Que defiende con atención y firmeza y no se olvida nunca (aunque desde atrás) de querer ganar. Y que va de menos a más. Un líder poderoso al que algunos han decidido no mirar. Posiblemente porque en ciertas galas queda mejor el esmoquin que el traje de futbolista lleno de barro.