Triunfa el que piensa en plural
A Fernando Llorente le van a pasar muchas imágenes rojiblancas por su cabeza mañana. Quizás la primera, su debut a las órdenes de Valverde. Se fue a Italia dejando a su familia en el Athletic (aunque parte de su entorno no lo viese así), en busca de crecer como futbolista. Ha logrado sus ansiados títulos (dos Scudettos, dos Supercopas y una Copa), pero ni más euros ni, lo que es peor, mayor protagonismo. Del Bosque ya no le tiene en su cabeza. El Sevilla es competitivo, imagino que no el club de sus sueños, y exige rendimiento inmediato. Es el que más cobra y debe demostrar por qué.
Aduriz, en cambio, es la felicidad absoluta. Siempre que el Athletic ha querido, ha estado a sus órdenes. Sin despechos por sus dos salidas. Y piensa en plural antes que singular. “Somos una cuadrilla”, le salió de dentro en el balcón del Ayuntamiento al celebrar un título con su club 31 años después. Llorente fue muy grande, pero Adu le supera ya en carisma y pronto en números.