El Madrid cayó en Vitoria. Ya son cuatro los equipos españoles que le han ganado esta temporada: el Unicaja, primero, en la Supercopa, y después, en la Liga, el Valencia, el Barcelona y ayer el Baskonia. Estos rivales son precisamente a los que tiene que ganar para hacerse valer. Y con todos pierde. El problema empieza a ser importante. Sobre todo, porque hay cosas difíciles de entender. Por ejemplo, lo que pasa en el Madrid con los pívots. Con Laso se fueron Tomic y Bourousis, actualmente titulares en el Barcelona y el Baskonia, respectivamente. A cambio se quedaron, o fueron pasando, pívots como Begic, Hettsheimeir, Mejri o ahora el propio Ndour, jugador éste que, por decisión de Laso, ha mandado a Willy Hernangómez al olvido.

Bourousis, ayer, le hizo 24 puntos al Madrid, y Willy, llamado a ocupar su sitio, no jugó un solo minuto. Willy tiene 21 años, mide 2,10 y está llamado a ser un jugador grande... si le dejan jugar. En el Sevilla promedió la pasada temporada 11 puntos, y ante el Barcelona hizo un partido memorable: 29 puntos, 13 rebotes y 43 de valoración. Formó parte de la Selección campeona del Eurobasket, y el Madrid le recuperó para reforzar las posiciones interiores tras las bajas de Bourousis, Mejri y Slaughter. Mas apareció Ndour, y dejó de jugar. El caso recuerda al de Bourousis la pasada temporada, cuando sin la menor explicación desapareció. Y no precisamente porque se le olvidara jugar. Ya vieron ayer: él sólo más puntos que Ayón, Reyes y Ndour juntos.