De 0-0 a Chen en 90 minutos

Apuntarse al gimnasio, a clases de inglés o declararse a tu amor platónico. Son algunos de los propósitos de Año Nuevo, de esos que rara vez se cumplen. El del Espanyol, ante tres derbis en apenas 12 días tras las campanadas, sin embargo sí ha surtido efecto. Forma parte de esa excepción que confirma la norma. Porque, ante la avalancha culé y los últimos precedentes, aspiraban los pericos a dar la cara ante el Barça. Incluso con la boca pequeña algunos se conformaban con no salir demasiado escaldados de este primer round. Pero el derbi ha vuelto, en intensidad y en una grada que terminó bufandas al viento ovacionando a sus jugadores. Y estos, puños en alto, festejaron el 0-0 cual victoria.

Jugó el equipo de Galca de fábula sin balón, ordenado y aguerrido. Algunos dirán que al límite, como lo fue en realidad el agarrón de Mascherano sobre Álvaro. Tuvieron fortuna los pericos en los postes, tanta como les faltó en su finalización. Como en la ocasión final de Javi López. Y lo vio todo desde su nuevo palco privado Chen Yansheng, propietario ‘in pectore’ del club. Regresó en los pericos la ilusión por los derbis, justo el día en que estaba de visita el dueño de sus esperanzas y de una juguetera china. Cual Rey del Lejano Oriente. Y ese día, el 6, llega otro derbi. ¿La segunda campanada? De 0-0 a Chen en 90 minutos.