Sin Llull ni Rudy, queda el Chacho

El Madrid se llevó un susto de muerte ante el Bamberg. El grupo que le ha tocado en esta segunda fase de la Euroliga no permite errores, y perder ante el equipo alemán hubiera supuesto un error colosal, cuyas secuelas hubieran sido fácilmente previsibles. Si hay algún partido que se pueda ganar, era precisamente el de ayer, y al Madrid le costó sangre sacarlo adelante. No estaba Llull, cuya baja cobra importancia porque se suma a la de Rudy, pero enfrente estaba el modesto Bamberg. Menos mal que al Madrid siempre le quedará el Chacho. No es por él, y a estas alturas el Madrid tendría que tomarse muy en serio los problemas que está teniendo. Problemas que son consecuencia de que los fichajes no le están funcionando.

Taylor y Thompkins llegaron para hacer mejor el equipo, y quitando el partido contra el Bayern, parecen dos jugadores prescindibles. La incorporación de Ndour sigue siendo un misterio. Un jugador que, además, quita minutos a Hernangómez, lo cual no parece preocupar a Laso, porque ha dejado de contar con él, después de que tuviera momentos brillantísmos junto con Doncic apenas hace un mes. Doncic, por cierto, ayer jugó más por la ausencia de Llull, pero se le ve apagado. La pizarra le ha encorsetado, y ha perdido espontaneidad y magia. El único que tiene permiso para sorprender es el Chacho. Gracias a sus momentos de inspiración, el Madrid no parte de cero. Su triple, a falta de 20 segundos, deja vivo al Madrid.