Sergio Gontán Gallardo, conocido futbolísticamente como Keko, llegó a Eibar en el pasado verano cuando todavía no estaba claro en qué categoría iba competir el club en esta temporada. Justo cumple hoy 24 años, pero los halagos que recibirá durante las siguientes líneas no son ningún regalo. Se los ha ganado todos con creces. A pesar de su juventud y todas las excentricidades que habitualmente contagian al fútbol o sus protagonistas, demuestra ser una persona con los pies fijos en el suelo. Aunque suele hacerse una coleta para jugar más cómodo, siempre acaba desmelenándose.

Keko dispara, asiste, ataca, defiende, corre, recupera balones... lo que sea necesario en cada situación. Sólo le falta acertar con la portería contraria con el buen disparo que tiene. No obstante, mostrando esa actitud, los goles terminarán llegando seguro. En la pasada campaña, anotó seis tantos colaborando para salvar la categoría al Albacete. Aterrizó allí tras una experiencia italiana que no le salió del todo bien. Ni Catania ni Grosseto supieron exprimir sus magníficas cualidades técnicas. Antes, estuvo cedido en Girona, Cartagena y Valladolid por parte de su club de origen, el Atlético de Madrid. Sueña con triunfar como colchonero, porque tiene esa espinita clavada. Aun así, de momento, está dejando huella en Primera División vistiendo colores azulgranas. Tiene un gran futuro por delante y un presente tremendo en su apreciado Ipurua.