El Clásico no falta por Navidad. La ACB realiza un sorteo dirigido del calendario para que el Madrid-Barcelona se juegue por estas fechas. Un año en cada cancha. Esta vez toca en Madrid. El factor cancha no es determinante en los Clásicos, pero en Navidad, sí. Desde hace cinco años, la victoria recae en el equipo que juega en casa. No es que sea gentileza del equipo visitante para que los niños que acuden al partido (esa es la excusa para que siempre se juegue en fechas navideñas) se lleven una alegría, sino consecuencia de que dada la poca trascendencia del choque, el equipo local es quien encuentra mayor motivación para conseguir la victoria. En cualquier caso estamos ante un partido muy interesante para medir las fuerzas de ambos.

Se trata del primer Clásico de la temporada, porque el Madrid falló en la Supercopa y no alcanzó la final. Fue el primer aviso de que el inicio de la temporada le iba a costar. Tal es así que las derrotas se sucedieron en la Euroliga, y hasta la última jornada no alcanzó la clasificación para la siguiente fase. Ahora las piezas van encajando y se ve un equipo más rodado e intenso. El Barcelona, por su parte, no pasó tantos apuros al basar su juego en la defensa y arriesgar menos. Anda mejor que la pasada temporada, mas las lesiones de jugadores importantes le impiden terminar de arrancar. En la Liga lleva una derrota, como el Madrid, producto de su visita a Vitoria. Otra más hoy, y habrá mostrado su lado más débil. Por muy intrascendente que sea el resultado.